Harrison Ford no quiere verse en los espejos

Me sobresalto al leer una noticia que dice "Harrison Ford, manda quitar todos los espejos de su casa" ¡Hay madre, se me ha convertido en vampiro!, porque esta acción es propia de cualquier Draculín que se precie ¿o no?

Pero falsa alarma, Harrison sigue siendo real, de carne y hueso, no le han salido colmillos ni vuela de noche emulando a Batman, ya más tranquila me voy al meollo de la cuestión, el motivo de ese "hogar sin espejos", que el mismo desvela, en una entrevista que ha publicado hoy el diario italiano La Stampa y donde el actor confiesa:

No lamento nada de lo que he hecho en todos estos años y que, claro que pienso en el tiempo que ha pasado, pero lo hago de una forma particular.

"¡Pienso en ello quitando los espejos! No soy uno de esos que se pasan la vida reflexionando sobre sí mismos, no estoy hecho así. Quizá sería mejor, pero no soy de ese tipo de persona".


Menos mal que añade que no es de esos que se pasa la vida pensando en si mismos, que si no nos hubiéramos dado cuenta, a lo mejor lo que pasa es que lo hace para que los amigos de su edad, 67 años no muy bien llevados, no vean lo arrugaditos que están y sientan envidia de su aspecto juvenil y desenfadado.


¡Anda ya, a otro perro con ese hueso!, admite que envejecer no te sienta bien. Deja las filosofías baratas y los espejos en su sitio.