Una boda es el día más feliz, o eso se dice, mientras no se demuestre lo contrario, de una novia y ella debe de ser la protagonista absoluta y nada, ni nadie debe hacerle, ni la más mínima sombra, por muy pequeñita que sea. Por eso hay dos normas, que toda invitada debe de seguir, para no restarle protagonismo a la novia, no vestirse de blanco y no llevar ningún modelito que reste atención a la protagonista. Esto en cuanto a bodas normalitas, porque luego hay protocolos, que si de mañana de corto, si de tarde de largo, que según la ocasión, con pamela, sombrero, casquete (de los de ponerse en la cabeza, no de los otros… ¡mal pensados!) etc., que vamos estas normas, más o menos, porque no me las sé de memoria.
Pincha aquí, para seguir leyendo