La Duquesa de Alba pasea su amor ante las tumbas de los Faraones

Aunque parezca mentira, no soy lectora del Hola, Lecturas o cualquier otra revista del corazón, no porque no me gusten los temas del corazón, porque negar lo evidente es inútil, si no porque no las utilizo como fuente de información o desinformación, según se mire, pero hoy me ha chocado especialmente la portada de la primera de ellas y no he podido sustraerme a su "encanto":

Exclusiva en ¡HOLA!: En un viaje lleno de emoción y misterio, la Duquesa de Alba y Alfonso Díez, aventura en Egipto.

¿Que leen mis ojos? ¿Cayetana y Alfonso en plan Indiana Jones?, pues no, que decepción, el reportaje muestra la visita de ambos a las pirámides y el único e intrépido aventurero de la foto, parece ser el camello, al que han recortado media cara, para evitar sea reconocido, por su parientes.

Pero ahí os dejo la portada, como muestra del "exquisito estilismo" de Alfonso (¡todo se pega!), con el mantel enrollado en la cabeza, a modo de turbante, para asi evitar nos demos cuenta de que hace juego con el vestido de la Duquesa, más propio de una tarde de compras en el Corte Inglés, que para una visita a las tumbas faraónicas.


Quizás la aventura esté en que aún estén juntos, a pesar de todas las zancadillas que le están poniendo los hijos de Cayetana, que no pueden ni ver al novio de "mamá", cosa que por otro lado no me parece de recibo, porque "mama" ya es mayorcita para hacer lo que le venga en gana, porque tendrá un estilismo imposible, pero tiene la cabeza muy bien amueblada y sabe perfectamente lo que quiere y lo que hacer en todo momento.

El misterio, ya no existe, porque era un misterio, valga la redundancia, si está pareja estaba o no enamorada, y ya os digo yo que no, desde mis dotes de observación (¿?), despues de recordar una frase que leí hace mucho tiempo que decía: "amor no es mirarse a los ojos, es mirar los dos en la misma dirección".

Fijo que no se aman, porque cada uno mira en direcciones opuestas ¡Al camello pongo por testigo!