¡A la mierda Mario Boselli, la Pasarela de Milán y toda la moda italiana!

Hay días que una lee noticias, que si no fuera por lo patético de ellas, sería para soltar una sonora carcajada y ciscarse en los muertos de los protagonistas, ene este caso , en los muertos de los organizadores de la Pasarela de la Moda de Milán.

Cuando, se está luchando contra la anorexia, terrible enfermedad, que muchas veces es producto, de que quien la sufre, es porque quiere ser como esas modelos escuálidas, que desfilan, con modelitos que quitan el hipo o dan susto, caminando como si se pusieran la zancadilla y con caras tan relamidas, que parece que les ha pasado la lengua una vaca y más planas que un folio, olvidando todo lo dicho, de "nada de modelos menores de 16 años, tallas inferiores a la 38" y potenciar la moda para tallas normales, como puede ser una 44, van estos señores y tiran todo por la borda.

Mañana empieza, (¿o era hoy?) la Pasarela de Milán, y estaba previsto que el desfile lo abriera Elena Miró, la diseñadora italiana, con sus modelos de la talla 44, pero el Presidente de la Cámara Italiana, Mario Boselli, que organiza el desfile, ha dicho que nasti de plasti, que no hay lugar para las mujeres que sobrepasen al talla 38, porque quieren "mantener alta la imagen y creatividad y el estilo del "Prat-á-porter" y que por ese motivo a excluido a 10 firmas, entre ella la de Elena, ¿Pero qué se puede esperar de alguien con esa pinta de carcamal y libidinoso?

Pues este señor Boselli, no ha pensado, que la talla media de las mujeres, del mundo mundial, es la 44, que las que usan tallas de Barbi, son las que desfilan, salen en anuncios de perfumes, catálogos de modas, dietas, actrices (no todas), etc. Que viven de sus delgados cuerpos, para ganarse las habichuelas que no pueden comerse, para no subir de talla, porque la mayoría de las mujeres, vamos con muestras curvas y nuestra cara de salud, aunque no podamos embutirnos en uno de esos modelitos que desfilan por las pasarelas, sin por ello ser obesas (que también es malo) y luciendo divinas de la muerte, mucho más que las Barbis de los desfiles.

El señor Boselli, dejando a un lado a los mujeres del mundo mundial, acaba de darle una patada en todos los morros, a las mujeres de su país, porque la mayoría de las mujeres italianas, sobrepasan la talla 44 y encima tienen bigote (esto lo digo porque estoy cabreada), que lo he visto yo en las películas de la Mafia, la Camorra y la Cossa Nostra, aunque a decir verdad, la mayoría son muy guapas, aunque llenitas, que también las he visto, yo en carne y hueso, por las tierras italianas.

Pero a la que han dejado a cuadros ha sido a Elena Miró, que a un día del inicio, le han comunicado su exclusión por carta, solo un día antes del inicio, a pesar de que venía de presentar su colección, con notable éxito en la pasarela de Nueva York, donde a pesar de que allí, si existen mujeres tipo Barbi a montones, saben que "las mujeres normales también existen".

De todas formas no sé porque me cabreo, ya que la mayoría de los modelitos, son imponibles, más propios del carnaval, que de la calle y encima yo no soy una consumidora de grandes marcas de ropa, porque soy fiel a mi tienda preferida "Galerías el Tenderete" - léase mercadillo- pero me crispa, que esta actitud de "viva la escualidez", sea un paso atrás en la lucha contra la anorexia, que pone en peligro muchas vidas de jóvenes, que desean ser reflejo de la extrema delgadez, sin importarles perder la vida.

Yo propondría un boicot a la moda italiana, mejor dicho a la de cualquier país, que discrimine a las mujeres con curvas, pero no iba a servir de nada, porque soy consciente y mucho, de que la mayoría de las mujeres, seamos de la talla que sea, no nos vestimos con esos modelitos, que solo con pronunciarlos te cuestan un ojo de la cara y encima corres el riesgo de que te corran a gorrazos por todo el barrio, pensando que eres una extraterrestre.

¡A la mierda Boselli, la Pasarela de Milán y toda la moda italiana! Y ¡Viva Elena Miró y las mujeres con curvas! ¡He dicho!



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