María José Campanario desentierra el hacha de guerra

Pongámonos los cascos y los chalecos antibalas porque se va a liar parda entre María José Campanario y Belén Esteban, ya que la primera está harta de los insultos, amenazas y de ser la que le procura el pan a la Reina de San Blas, porque todo hay que decirlo si no fuera por los habitantes de Ambiciones, a Belén no la conocerían ni en su barrio.

Tan hartita esta La Campanario, Campa para los amigos, que ha decidido que ya es hora de cerrarle la boca a la ordinaria de La Esteban, que cada vez que la abre, es para soltar alguna tontería o insultar a cualquiera que no le diga, aunque sea mentira y muy gorda, lo divina de la muerte que es y que su nariz no está torcida, los que están torcidos son los ojos de los demás.

La cosa parece que lleva buen camino, para llenar páginas y páginas de revistas, horas y horas de programas, que como la Campanario decida dar un exclusiva, en Antena 3, de sus propósitos, Belén Esteban se vuelve a divorciar y a derramar su torrente de lágrimas fáciles, en T5 ,para robarle la audiencia, "rejuntándose de nuevo" pasados unos días y si no tiempo al tiempo.

Si hasta ahora la reina y señora de Ambiciones (siete puñales que lleva Belén Esteban, cual Dolorosa, clavados en el corazón, porque ella no pudo) no tomó acciones legales, es porque Jesulín no quería que se metiese en líos, pero ya se le ha desbordado el vaso de la paciencia poniendo en manos de su abogado el tema y su objetivo principal es La Esteban y también a algunos periodistas del corazón y todo aquel bicho viviente que se haya metido con ella y su familia.

En cuanto Belén se ha enterado de estas intenciones, se la han puesto los vellos como escarpias, y ha empezado a largar por esa bocaza, que si la denuncia "se va a liar la guerra mundial" (¡que se líe, que se líe!), vamos como si a alguien le importara lo que ella piense sobre esas denuncias, y que ella también tiene abogado y muy bueno (que debe de serlo porque le prepara los papeles de sus divorcios a la velocidad del rayo).

Así que la guerra está servida, porque si en el hipotético caso de que Campanario, se salga con la suya y no pueda hablar ni de ella ni su familia ¿de qué va a vivir Belén?..... ¡Ah, si del baile!... ¡Ah, no que baila como un pingüino mareado!.

¡Di que sí Campanario, a las armas, que es la guerra, a ver si consigues librarnos de una vez de La Esteban!