Más menos todo el mundo conoce, el anuncio de cafeteras donde a
George Clooney le cae un piano en la cabeza, que lo manda al cielo, (estando tan bueno ¿a que otro sitio podía mandarlo?), donde a cambio de volver a la vida hace un canje con Dios, y por si alguien no lo ha visto ¡Ahí lo tenéis!
Pues este anuncio ha estado a punto de hacerse realidad, ya que George, sin el saberlo estaba viviendo sobre un polvorín ya que en los bajos de su maravillosa casa del lago Como en Italia, había más de 500 kilos en bombas y proyectiles de la
Segunda Guerra Mundial que fueron retirados por miembros del ejercito italiano, para que nuestro George pueda conservar intacto su físico y seguir tomando su cafetito tan tranquilo.
El guapetón ni se ha inmutado, al menos públicamente, porque vamos, hasta el más valiente, le hubiera entrado aunque suelo fuera una ligera diarrea, solo de pensar que ha vivido sentado en una caja de bombas, con una gran probabilidad de emprender un vuelo sin motor a la eternidad.
Ains de la que te has librado, no te hubiera salvado ni Dios, por mucha cafetera que le llevaras, si las bombas llegan a hacer !!!Booooooommmmmmmmm!!!
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A mi se me habría quitado una gran peso de encima ( y no el del piano!)
Besitos!
Pues seguro que este tipo se ha echado unas risas con sus colegas tipo Brad Pitt, Matt Damon,... que estan todos igual de chalados que el. XD XD XD
Un orgullo patrocinar este post. Muchas gracias Nela.
Un saludo.
Qué suerte tiene este hombre...
Yo si me entero de que vivo encima de semejante polvorín monto un cristo que no veas.
Un abrazo.
Hola Nela,¡¡¡veo que eres constante en tu trabajo, también que ha mejorado mucho!!!.He visitado todas tus bitacoras, sinceramente me gustan.Un abrazo.
Juan Francisco.
Pues si Mar, porque eran un montón. Menos mal que no explotaron.
Besos
Nela
Gracias Obiwam por tu palabras. Besos. nela
Tienes razón Rodrigo, a lo menjor si ha hecho algo,pero no lo sabemos.
Beos
Nela
Hola Juan Francisco. no sabes cuanto me alegro de leerte.
Es todo un honor y un orgullo que alguien como tú me diga esas plabras.
Besos
Nela