Los guepardos y el impala o la historia de una amistad imposible



Os voy a contar una historia, que si no estuviera avalada por las fotos, parecería un cuento de una amistad imposible entre animales salvajes

Érase una vez tres hermosos guepardos, que eran hermanos, corrían y cazaban juntos por la sabana, desde que a los 18 meses su madre decidió darles la independencia, cuando tras un día de caza se toparon con una manada de impalas, que al verlos huyeron despavoridos ya que no tenían ninguna intención de servirles de merienda, pero el más joven y debilucho no pudo y fue alcanzado por los hermanos, que lo derribaron al suelo.


Cuando el pequeño impala, ya se veía devorado, ocurrió el milagro. Los guepardos, solo querían jugar con él y ser sus amigos, pues al fin y al cabo eran jóvenes y juguetones, por suerte para él no tenían hambre y estaban cansados de un largo día de caza, así que jugaron y retozaron, como buenos amigos incluso se abrazaron, a su modo, pero se abrazaron.


Pero como la naturaleza es sabia y el instinto más, al final se dijeron adiós y el impala se fue corriendo, antes de que sus amigos se dieran cuenta de que él no era un camarada de juegos adecuado, si no un bocado muy apetitoso, que podría poner un dramático final a esa amistad recién estrenada.


Esta historia tierna y real fue captada por el fotógrafo Michael Denis-Huot en un safari en el Masai Mara de Kenya y que he tomado prestadas de un artículo del Daily Mail
http://www.dailymail.co.uk/news/article-1246886/Pictured-Three-cheetahs-spare-tiny-antelopes-life--play-instead.html

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